Proceso de onboarding: estrategias avanzadas para realizarlo de forma efectiva

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Pol Alcazar

El proceso de onboarding ha dejado de ser una mera formalidad para convertirse en una ventaja competitiva en la gestión del talento humano. Ya no se trata únicamente de entregar credenciales, mostrar la oficina y presentar al equipo: hoy, el onboarding representa una experiencia clave que determina si un nuevo empleado se convierte en un colaborador comprometido o en una baja anticipada.

Un proceso de onboarding estratégico impacta de forma directa en la retención del talento, la productividad, la motivación y la alineación con los valores organizacionales. Según estudios recientes, los primeros 90 días de un nuevo trabajador son decisivos para su permanencia, y un onboarding bien diseñado puede mejorar la retención hasta en un 80%, reducir el tiempo hasta alcanzar la productividad esperada y elevar los índices de satisfacción laboral.

Este artículo es una guía práctica y avanzada que te permitirá entender a fondo qué es el onboarding, cómo diseñarlo según los perfiles y necesidades de tu organización, qué fases deben contemplarse para maximizar su efectividad y qué herramientas tecnológicas puedes utilizar para automatizarlo y escalarlo, como es el caso de Hybo. Si buscas consolidar una cultura de bienvenida, fortalecer tu marca empleadora y fidelizar desde el primer día, esta lectura será tu mejor aliada.

¿Qué es el proceso de onboarding y por qué es clave para las empresas?

El onboarding es el proceso mediante el cual una empresa da la bienvenida, integra y capacita a los nuevos empleados. Su objetivo es que estos se adapten rápidamente a la cultura, valores, procesos y personas que conforman la organización. Este proceso no sólo implica cuestiones logísticas, sino también emocionales y estratégicas.

Según un estudio de Glassdoor, las empresas con un buen proceso de onboarding mejoran la retención de nuevos empleados en un 82% y la productividad en un 70%. La incorporación efectiva es especialmente crítica en los primeros 90 días de empleo, ya que en ese periodo se define la permanencia del profesional y su alineación con los objetivos del negocio.

Cómo diseñar un plan de onboarding personalizado paso a paso

La clave para que el onboarding sea exitoso está en su capacidad de adaptarse a las necesidades individuales de cada nuevo ingreso. Diseñar un plan personalizado permite ofrecer una experiencia significativa desde el primer contacto, lo cual repercute positivamente en la confianza del nuevo talento, su compromiso y su rendimiento. De hecho, según Deloitte, el 83% de las empresas con un enfoque personalizado en su onboarding reportan mejoras en la productividad durante el primer trimestre.

Cómo identificar las necesidades del nuevo empleado

Antes de que el nuevo colaborador inicie, es fundamental recopilar información precisa sobre su perfil profesional y humano. Esto incluye su experiencia previa, expectativas sobre el rol, estilo de aprendizaje, intereses personales e incluso su situación familiar si el entorno lo permite. Esta información puede recabarse a través de herramientas como:

  • Encuestas de pre-onboarding.
  • Formularios digitales integrados con el ATS (sistema de gestión de candidatos).
  • Entrevistas uno a uno con RRHH o el futuro líder de equipo.
  • Evaluaciones psicométricas para entender sus motivaciones y aptitudes.

Con estos datos, la empresa puede anticipar barreras, ajustar el ritmo de integración y diseñar una experiencia que conecte con las necesidades y objetivos del empleado desde el primer día.

Adaptar el onboarding a distintos perfiles y áreas

No es lo mismo incorporar a un desarrollador junior que a un director comercial, ni a un empleado presencial que a uno remoto. Cada rol, nivel de responsabilidad y contexto requiere un enfoque único. Personalizar implica:

  • Crear rutas de aprendizaje específicas por tipo de perfil (técnico, comercial, administrativo, directivo, etc.).
  • Definir objetivos claros por etapa (semana 1, mes 1, primeros 90 días).
  • Asignar mentores o «buddies» con afinidad profesional y personal.
  • Ajustar el contenido del onboarding a herramientas, metodologías y stakeholders relevantes para su puesto.
  • Establecer puntos de control o evaluaciones que midan el progreso y detecten áreas de mejora.

Además, en empresas con operaciones globales, es importante considerar variables culturales, diferencias horarias y normativas locales. Una buena práctica es co-crear el plan de onboarding con líderes regionales o personas clave del área, para asegurar la relevancia y efectividad del proceso.

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Claves para realizar un buen proceso de onboarding

A continuación, analizamos los elementos que no pueden faltar en una estrategia de onboarding bien ejecutada y cómo implementarlos con éxito en distintos contextos organizacionales.

Integración de la cultura organizacional en el onboarding

El onboarding debe ser una extensión natural de la cultura corporativa. No se trata solo de transmitir procedimientos, sino de generar una conexión emocional desde el primer día. Comunicar de forma clara los valores, el propósito, la misión y la visión de la empresa refuerza el sentido de pertenencia y fomenta la alineación con los objetivos estratégicos.

Para lograr esto, se recomienda:

  • Realizar sesiones de bienvenida lideradas por directivos o fundadores.
  • Compartir historias inspiradoras de empleados veteranos o casos de éxito internos.
  • Usar material audiovisual que represente la identidad de la organización.
  • Fomentar dinámicas de grupo o actividades sociales tempranas.

Un estudio de Gallup muestra que los empleados que comprenden y se alinean con la cultura de su empresa son 3,7 veces más propensos a sentirse comprometidos con su trabajo.

Medición y mejora continua del proceso de onboarding

Como todo proceso estratégico, el onboarding debe estar orientado a resultados y basado en datos. La medición permite detectar cuellos de botella, ajustar el enfoque y asegurar una mejora constante del programa.

Algunas métricas clave incluyen:

  • Tiempo hasta la productividad: ¿Cuánto tarda un nuevo empleado en alcanzar el rendimiento esperado?
  • Tasa de retención a 90 días y 6 meses: Indicadores directos de adaptación y satisfacción.
  • Nivel de compromiso: Medido a través de encuestas o entrevistas de seguimiento.
  • Evaluaciones de experiencia: Encuestas post-onboarding (NPS o eNPS) para detectar puntos de mejora.
  • Cumplimiento de hitos formativos: Registro del avance en módulos, sesiones o tareas asignadas.

Además, la revisión periódica del programa junto a managers, buddies y los propios empleados recién incorporados proporciona insights valiosos para iterar y evolucionar el onboarding. Las mejores organizaciones utilizan dashboards centralizados y herramientas de analítica para gestionar estos datos en tiempo real y tomar decisiones ágiles.

📍 Hybo permite agendar reuniones de seguimiento y facilitar la formación de manera centralizada.

Fases de un proceso de onboarding efectivo

Un onboarding exitoso no ocurre en un solo día. Debe planificarse en fases bien definidas, estructuradas y adaptadas al contexto del nuevo empleado. Estas fases tienen como objetivo acompañar, formar y generar confianza progresiva, optimizando la experiencia desde el pre-ingreso hasta su integración definitiva en el equipo.

Preparación del onboarding y definición de objetivos

La preparación comienza incluso antes del primer día. Esta etapa inicial, conocida como pre-onboarding, puede tener un impacto notable en la percepción del nuevo colaborador sobre la organización. Involucra asegurar que el equipo de trabajo esté listo, que se disponga de un espacio físico o virtual adecuado, y que la persona cuente con accesos digitales y un entorno funcional desde el inicio. Además, es recomendable definir objetivos claros de aprendizaje y desempeño, enviar materiales previos como manuales, agenda o mensajes de bienvenida, y designar un mentor o «buddy» que lo acompañe durante sus primeras semanas. Según estudios de Sapling y BambooHR, quienes implementan esta fase de manera estructurada logran aumentar en un 20-25% la satisfacción inicial del nuevo talento.

Primer día del nuevo empleado

El primer día laboral es un momento emocionalmente intenso. Una bienvenida bien organizada y cálida puede marcar la diferencia. Es fundamental que el empleado conozca al equipo, reciba información clara sobre la cultura y las normas básicas de funcionamiento, y sienta que su llegada ha sido planificada con esmero. La programación de una jornada equilibrada que combine actividades formales e informales ayuda a establecer una conexión emocional con la empresa. Un onboarding emocionalmente positivo en este primer encuentro puede mejorar la percepción de pertenencia hasta en un 60%.

La primera semana en la empresa

Durante esta etapa el nuevo empleado comienza a familiarizarse con los procesos internos, las herramientas tecnológicas, las responsabilidades de su rol y la dinámica general del equipo. Es clave ofrecer una agenda bien estructurada que combine sesiones formativas, reuniones de integración con otros departamentos y participación en tareas reales, todo ello acompañado de retroalimentación continua. Este enfoque ayuda a construir una curva de aprendizaje progresiva, donde el colaborador gana seguridad y autonomía sin sentirse abrumado. La implicación del líder directo es esencial para resolver dudas, validar avances y reforzar el acompañamiento.

Seguimiento constante del empleado

El onboarding no debe terminar tras los primeros días. Un proceso efectivo se extiende, idealmente, a lo largo de los primeros 90 días. Este período debe incluir encuentros periódicos con el responsable directo para revisar avances, resolver inquietudes y evaluar el cumplimiento de los objetivos definidos inicialmente. También es recomendable aplicar encuestas de satisfacción específicas para identificar áreas de mejora en la experiencia. El seguimiento permite ajustar el ritmo de integración según las particularidades del nuevo talento y prevenir posibles problemas de adaptación. Asimismo, el rol del mentor o buddy continúa siendo importante como punto de apoyo informal hasta que el colaborador se sienta plenamente integrado al equipo y la cultura de la empresa.

Facilita el proceso de Onboarding con Hybo

Un proceso de onboarding bien estructurado es clave para la retención del talento y la productividad de la compañía. Hybo ofrece soluciones digitales para optimizar este proceso, garantizando una incorporación fluida, eficiente y alineada con los objetivos empresariales.

Además de agilizar las tareas administrativas, Hybo permite mejorar la experiencia del empleado, asegurando que desde el primer día tenga acceso a todo lo que necesita para desempeñar su trabajo de manera efectiva. Esto se traduce en mayor satisfacción, compromiso y rendimiento.

Descubre cómo Hybo puede transformar la gestión del onboarding en tu empresa transformando los espacios en nuevas experiencias.

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